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Ushuaia, isla de los lobos marinos
Publicado por: Toni Martins em 2021-11-28
Esto es lo que podemos llamar el viaje de su vida. Tenía este sueño, el sueño de algún día poder visitar Ushuaia pero visitando en auto.
Hice mi sueño realidad, recorrí todo Brasil, Argentina y llegué a Ushuaia sin haber pasado por aventuras antes de llegar.
Cuando cruzamos el Estrecho de Magallanes, el tanque de combustible del Troller ya mostraba medio tanque, del lado chileno no vi ninguna gasolinera (pero tampoco pregunté) Creí que tal vez en el camino encontraría ... Nada, ni siquiera un cartel de una gasolinera. Estaba controlando el consumo hacia el sur hacia la frontera Chile/Argentina, usando el GPS pude ver que había un pueblo y pensé que lo había puesto ahí, ya era el final del día cuando pasamos el estrecho, entonces ya caminábamos por la noche, tierra, y nadie podía ver ninguna casa u otros autos. Llegando a este pueblo sobre las 23:20, la señal de reserva ya se había encendido hacía muchos kilómetros. Para mi decepción.. sin combustible, en un café local me informaron que había una gasolinera en la frontera y que estaba a unos 10 km, pero que la gasolinera cerraba a la medianoche. Fui a la frontera con la esperanza de que en todo momento se acabara el combustible pero por suerte llegamos. Como era casi medianoche le pedí al guardia que me dejara ir a por gasolina antes de que cerrara la gasolinera. (autorizado).
Con los trámites fronterizos hechos, era hora de continuar el viaje a Ushuaia, pero había visto algunas fotos de los paisajes llegando a Ushuaia, y ni siquiera pensé que iba a continuar mi viaje por la noche.
Paramos en un pueblo justo después de la frontera y dormimos dentro del Troller para poder hacer el viaje durante el día.
Imagínate el frío que pasamos, pero valió la pena. Llegamos a Ushuaia, buscamos un hotel para descansar un poco y empezamos las visitas el mismo día.
Fuimos hasta el final de la Carretera nº3 para visitar Bahía Lapataia donde se conoce como el fin del mundo.
Al día siguiente fuimos a dar una vuelta en el Tren del fin del Mundo, un tren a la antigua que intenta mostrar cómo era cuando transportaba presos que iban a cortar leña.
El viaje de ida y vuelta en el Tren del fin del Mundo es de unas 2 horas, bien vale la pena hacer el viaje ya que tiene paisajes muy hermosos de los valles y montañas que rodean a Ushuaia.
Al día siguiente realizamos el recorrido por el canal Beagle a bordo de un catamarán por el canal donde podremos observar los lobos marinos y otros animales marinos, el recorrido nos llevó a visitar el faro Les Eclaireurs, la Isla de los Pájaros, la Isla de los Leones marinos. El resto del tiempo que pasamos en Ushuaia (3 días) aprovechamos para conocer los alrededores con hermosos paisajes y por supuesto probar la gastronomía local.
Aunque estuvimos en Ushuaia en el mes de enero, hacía bastante frío, tanto que tuvimos que comprar ropa adecuada.
Realmente fue la realización de un sueño, no solo de Ushuaia sino de todo el viaje desde y hacia allí.