Publicado por: Toni Martins em 2022-02-14

Como soy portugués, tenía que venir a descubrir este pequeño rincón de Portugal. La sensación es que estamos en una finca en el norte de Portugal, (pese a referirse al espacio como un paisaje de la isla de Madeira) con viñedos, bodega y sobre todo con una cocina muy portuguesa. Quinta do Olivardo se encuentra en São Roque, a unos 60 km de São Paulo. Me sorprendió gratamente, platos muy bien preparados siguiendo las recetas originales y reales sin cambios de sabor, los pasteles de bacalao como los hacía mi madre, las tartaletas recién hechas con un sabor igual al mejor que se puede comer en Portugal y la variedad de platos de bacalao son deliciosos. También sirven sardinas a la plancha, pero luego se lo dejo a los que no saben porque las sardinas congeladas, a pesar de ser importadas, no tienen nada que ver con las que se comen en el país. También sirve los famosos kebabs madeirenses sobre madera de laurel. En cuanto a los vinos que se producen en la bodega de la finca, bueno, para los que no saben de vino creo que se lo pueden tomar pero la verdad no me acomodo a mi gusto, el sol falta en abundancia y llueve mucho lo que hace las uvas no logran dar el aroma adecuado al vino, pero por lo demás es un lugar muy agradable, un muy buen espacio para familias con niños para pasar el día, cuenta con varios equipamientos para disfrutar del espacio. Lo que me pareció interesante fue cuando le pregunté al propietario de qué región de Portugal era y en lo que respondió que nunca había estado en Portugal, aparentemente su esposa es descendiente. RUTA DEL VINO KM4- SÃO ROQUE-SP HORAS DE SERVICIO lunes a viernes, 10am a 5pm sábado, domingo y festivos de 10 am a 6 pm (11) 4711-1100 | 4711.1923 Whatsapp: (11) 97088-5401

Publicado por: Toni Martins em 2022-02-24

Hoy decidimos dar un paseo por Santos en la Costa Paulista, lo primero que hice fue buscar un lugar para almorzar ya que eran casi las 2 de la tarde. Apenas llegué a la orilla del mar doblé a la derecha hacia São Vicente y allí miré si había algún restaurante o caseta de playa, o lo que sea que pudiera parar a almorzar, terminé subiendo a la Isla Porchat y llegué a un lugar con una vista espectacular y con restaurante.. Buena idea, a ver si hay comida. Entramos, miramos la carta (a primera vista los precios eran un poco elevados) pero las opciones y variedades eran muy sugerentes y decidimos pedir una caldereta marinera. Cuando le pregunte al mozo si estaba bien servida me respondio que era suficiente con pedir media dosis, que nos alcanzaba a los dos.. (Será, pensé), como desconfiaba un poco, me Pedí la couvert... empezó la grata sorpresa.. Couvert, fabulosa, mahonesa de atún, queso, aceitunas, berenjena, pan fresco y tostadas, todo riquísimo. Voy a disfrutarlo y sentirme cómodo con que media dosis no debería ser una gran cantidad. Cuando llegó la famosa media dosis... si eso fuera media dosis, me imagino lo que sería una dosis, muy pero que muy bien servida, podría repetirla dos veces y aún llevar a casa casi tanto. El sabor era divino. Resumiendo: ubicación, la mejor de toda la comarca con magnificas vistas. Servicio, 5 estrellas Calidad, 5 estrellas Cantidad, 5 estrellas Precio, considerando la calidad, la cantidad, el servicio y la ubicación, los 330 reales, no puedo considerarlo caro, ya que todavía tenemos que considerar las bebidas y los postres (2 cervezas, 2 cocas, 2 postres, 2 cafés). Sin duda un lugar que recomiendo y al que volveré siempre que pueda.